Desafiando sus propios límites, Keily Michelle Yat González se ha ganado un lugar como seleccionada nacional en el deporte de levantamiento de pesas gracias a su dedicación, pasión y disciplina.

A sus 26 años, Michelle se perfila como una de las halteristas con mejor potencial de cara al nuevo ciclo olímpico 2025-2028, que comenzará en octubre de este año con los XII Juegos Centroamericanos Guatemala 2025.

Michelle, poseedora de los récords nacional de arranque y envión en la categoría 53 kilogramos, anhela trascender más allá de los resultados y plasma su deseo de ser inspiración para que niñas y jóvenes se motiven a practicar deporte de alto rendimiento.

Transmitiendo serenidad, claridad en sus objetivos y mostrando su amor por el levantamiento de pesas, Michelle hizo una pausa en sus entrenamientos para conversar con CDAG. 

Su aventura en el alto rendimiento 

Michelle admite que comenzó relativamente tarde en el levantamiento de pesas, cuando con 17 años empezó a entrenar motivada por un amigo que ya practicaba el deporte en la Federación Nacional.

“No había hecho ningún otro deporte de forma disciplinada, pero desde el inicio me dijeron que tenía cualidades por mi fuerza física”, recuerda.

Michelle se sintió atrapada por el levantamiento de pesas por varias razones, que describe así: “me divertía en los entrenamientos y me gustó competir. Además, me ayudaba a quitarme el estrés”, reconoce.

Y añade: “el deporte me dio mucha disciplina y lo hago con mucho amor”.

A pesar de algunos comentarios negativos sobre su vínculo con este deporte de fuerza, Michelle cuenta que el apoyo de su padre, Manuel Yat, fue fundamental.

En el proceso para integrar las selecciones nacionales como atleta juvenil y luego como mayor, Michelle detalla: “lo disfrute mucho, siempre pensando en avanzar y mejorar mis marcas. Antes me afectaban los nervios en la competencia, pero cambié mi mentalidad y me adapté”, asegura.

Sobre sus sensaciones cuando está en la plataforma y llega la hora de realizar los levantamientos, Michelle describe que “se siente adrenalina y me siento viva”, explica. 

En la categoría de 53 kilogramos, su especialidad, Michelle posee los récords nacionales en arranque, con 77 kilogramos y 97 kilogramos en envión (las dos modalidades de la halterofilia); ambos logrados en el Campeonato de Primera Fuerza disputado en abril. 

Su trayectoria y sus expectativas

Michelle hizo su debut internacional en el 2019 en el Campeonato Panamericano celebrado en Guatemala, en el cual logró un quinto lugar.

Su estreno en el Ciclo Olímpico llegó el año pasado durante los Juegos Bolivarianos del Bicentenario Ayacucho 2024.

“Fue una experiencia genial, se siente bonito y mucho orgullo representar a Guatemala”, afirma.

Dentro de sus objetivos en el deporte, Michelle se plantea: “quiero seguir siendo campeona nacional en mi categoría y destacar con medallas en el ciclo olímpico. Con esfuerzo todo se puede”, asegura. 

Y en el evento fundamental del año, los Juegos Centroamericanos a realizarse en nuestro país del 18 al 30 de octubre (la subsede del levantamiento será en Totonicapán), Michelle detalla: “es una meta muy importante subir al podio, estoy emocionada y quiero dar todo en la competencia”.

Al margen de sus resultados en el deporte, Michelle también se empeña en convertirse en inspiración: “quisiera ser una atleta que inspire a otras niñas para demostrar que si se puede; dando mi ejemplo. Entrenar con disciplina y amor por el deporte”, recalca.

La base del entrenamiento

Michelle, quien es dirigida por el entrenador de la selección, el ecuatoriano Walter Llerena, aborda cuáles son las claves para una buena preparación: “aprender la técnica, de la mano de la fuerza. Perfeccionar los dos estilos, arranque y envión. Entrenamos sentadilla, jalones y los aspectos físicos en el gimnasio”.  

Por otra parte, reconoce el apoyo indispensable de sus entrenadores: “con paciencia hay que seguir sus indicaciones. Las correcciones son fundamentales para mejorar los movimientos. Mi entrenador me da confianza y es mi guía”, afirma.

Pero Michelle sabe que hay momentos difíciles en el deporte, en los que la perseverancia se vuelve un factor importante: “hay competencias en donde me he bloqueado mentalmente. Y entonces hay que buscar motivación extra y hablar de los problemas que nos afectan”.

Por último, la atleta que cursa el primer año en la carrera de licenciatura en deportes en ECTAFIDE en la Universidad de San Carlos, habla sobre el ambiente que se vive en la Federación: “somos un equipo, nos apoyamos mucho y hay buena vibra”, finaliza.

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