Conociendo el deporte: vuelo libre

Muchas personas sueñan con alguna vez volar, surcar los cielos como lo hacen las aves y extender nuestras alas para observar el mundo desde lo alto.

Físicamente para un ser humano esto es imposible; sin embargo, existe un deporte extremo que puede acercarnos a esa sensación, volar y sentir el viento que pasa a nuestro alrededor. Nos referimos al vuelo libre.

Esta disciplina, es una modalidad de vuelo sin motor, en la que el piloto despega a pie desde una montaña, con el fin de mantenerse en vuelo durante un tiempo determinado recorriendo cientos de kilómetros aprovechado las corrientes de viento y temperatura, que lo ayudan a planear por más distancia.

Historia del vuelo libre

Durante la era de los proyectos Apolo y la Guerra Fría, un ingeniero aeronáutico de la NASA recibió el encargo de diseñar un sistema para recuperar las etapas de los cohetes. Basó su idea en el ala flexible inventada en 1948 por Francis y Gertrude Rogallo, la cual consistía en una vela sujeta a un marco tubular que se abría como un paraguas. Aunque la NASA no llegó a utilizar este diseño, más adelante se adaptó para el vuelo humano recreativo, dando origen al ala delta (llamada así por su forma similar a la letra griega Δ).

Tras años de desarrollo, el diseño incorporó elementos como la barra de control, el mástil, sables, doble vela, y un arnés para el piloto, convirtiéndose en una aeronave ligera, maniobrable y segura para el vuelo deportivo.

Modalidades

Existen dos clases en el vuelo libre, ala delta y parapente.

Un parapente es un planeador construido con dos tipos de alas: flexibles (las más utilizadas) y rígidas, el ala está cubierta con una tela de materiales resistentes a las corrientes de viento, al manejo y a la luz solar.

Puede ser despegado, transportado y aterrizado con la única ayuda del cuerpo del piloto. El inicio del vuelo se produce a pie, desde una montaña o colina y el aterrizaje también se hace con los pies, en un terreno plano.

El ala delta (llamado así por su parecido a la D griega) vuela gracias a los mismos principios aplicados a las aeronaves, haciendo uso de las corrientes ascendentes de aire y de las corrientes termales.

Por ello, los pilotos de ala delta pueden mantenerse en el aire durante largos períodos de tiempo e incluso realizar acrobacias. El ala delta se controla por el desplazamiento del peso del cuerpo del piloto.

El equipo necesario para practicar este deporte de aventura es el ala delta, un arnés, casco y un paracaídas de emergencia. Así mismo, se recomiendo usar zapatos adecuados, como botas, para el despegue y aterrizaje, una vestimenta cómoda y ajustada al cuerpo, guantes y gafas, así como barómetro y altímetro.

El parapente a diferencia del ala delta, es una aeronave construida sólo de tela y cuerdas con un diámetro de aproximadamente 30 metros cuadrados, en la que también el piloto utiliza las corrientes de viento para recorrer cientos de kilómetros.

¿Cómo federarte?

Si te interesa experimentar la sensación de volar y pilotear un ala delta, el primer paso es aprobar el curso de iniciación impartido por la Asociación Deportiva Nacional de Vuelo Libre.

En el curso aprenderás la información teórica sobre el vuelo, el ala delta y el conocimiento acerca de las condiciones climáticas y luego iniciarás con las lecciones prácticas.

Más información:

https://www.vuelolibre.com.gt