Alex Antonio Rodas Rizo es uno de los frutos que han brotado recientemente del semillero de la Federación Nacional de Boxeo.

El púgil de 16 años brilló en junio pasado al conquistar la medalla de oro en la categoría de cadetes -60 kilogramos en la XIV Copa Cinturón de Oro, en Manta, Ecuador.

 Alex considera que es un atleta que no se rinde, admite que su cualidad es soñar con los ojos abiertos y se reconoce como un boxeador muy competitivo con grandes metas.

En esta entrevista con CDAG, Alex nos contó sobre sus inicios en el deporte, su vida en el alto rendimiento y las adversidades que ha superado en su carrera.

¿Cómo recuerdas tus inicios en el boxeo?

“Empecé con el entrenador Tomás Leiva, que es amigo de mi papá y me invitó a entrenar en un curso de vacaciones.  Yo venía de jugar futbol, pero no me gustó tanto. Mi papá fue jugador de fútbol y siempre me motivó a ser competitivo en el deporte.

¿Cómo fue tu transición al boxeo?

“En el fútbol no tuve buena experiencia y no encontré el compañerismo que buscaba. Aquí en el boxeo desde el primer día me llevaron de la mano. Además, me gustaron los golpes. Tengo un carácter fuerte y me gustó el contacto físico del deporte”.

¿Cuál es la experiencia en un deporte de contacto?

 “A mí no me da miedo que me lastimen. Pero a mi mamá y mis hermanas sí. Después de un tiempo ya lo manejan con tranquilidad y saben que yo tengo un gran talento y que poco a poco lo voy a explotar”.

¿Cuáles son tus fortalezas como boxeador? 

“Lo que me caracteriza es que siempre voy para adelante, no me rindo, aunque vaya perdiendo. Si me pegan fuerte, yo pego más fuerte. Pero solo encima del ring, estando abajo y afuera, respeto a los rivales. Mi papá siempre me dice que yo tengo una cualidad, que yo sueño con los ojos abiertos, hay otros que lo hacen, pero con los ojos cerrados. Desde pequeño él me alentó a ser competitivo y eso es lo que me ha hecho ser bueno”.

¿Cuál es tu mejor recuerdo en una competencia?

“Mi sueño cumplido fue obtener un cinturón de oro en Ecuador y poco a poco voy creciendo. Estoy en un buen lugar y fue una buena experiencia al enfrentarme a rivales de otros países. Tuve nervios, pero con la fuerza de Dios lo pude lograr. Le agradezco mucho a mi entrenador Edi Monzón por su guía”.

¿Cuál es tu máximo objetivo en el deporte y a quién admiras?

“Me veo en unos Juegos Olímpicos, quiero ser un boxeador reconocido, ganando medallas en Juegos del ciclo. Personalmente admiro a Mike Tyson. Me gusta su historia, su coraje y el corazón que le puso al deporte. Además, a Lester Martínez, de quien he aprendido mucho”. 

¿Cuál es el mayor reto de entrenar en el boxeo de alto rendimiento?

“Es difícil madrugar para venir a entrenar, sobrellevar el cansancio, pero poniendo siempre el corazón. Me ha constado mantener y dar el peso. Es cansancio físico y psicológico. Pero con empeño todo se puede lograr”.

¿Qué obstáculos has tenido en tu carrera?

“Este año tuve un esguince de segundo grado en uno de mis tobillos. Me afectó un combate en Puerto Rico y me impidió pelear. Le dije a mi papá que ya no quería seguir, me desilusioné. Gracias él, que es guerrero, me animó a recuperarme y por suerte salí adelante. Me sentí feliz de volver, por mi familia y mi entrenador”.

¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que quieren empezar un deporte? 

“Que no se rindan, que aprovechen al máximo las oportunidades. Así como yo que, aunque no tuve las mejores opciones al principio, pero las afronté. Cada persona tiene cualidades y solo falta verlas y explotarlas”. 

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