Diego Aguilar, un legado de talento en el boliche

Diego Fernando Aguilar lleva el boliche en la sangre. De niño dio sus primeros pasos en las pistas de boliche, admirando las hazañas de su padre Mike. Y con 20 años ya ha demostrado que quiere escribir su propio nombre en el deporte de los pinos. 

El bolichista reciente medallista de oro en el Campeonato Centroamericano y del Caribe Juvenil de boliche, es el personaje de la semana y en esta entrevista compartió sobre su trayectoria, aspiraciones y el significado del deporte en su vida.  

El joven jugador anhela convertirse en uno de los mejores jugadores del país, pero al mismo tiempo disfrutar el deporte y encontrar un balance en su vida personal. 

Pasión heredada 

Diego creció en el mundo del boliche gracias a su padre, Mike, longevo jugador, múltiple campeón nacional y parte de la generación dorada del boliche nacional.

“El me guio y me introdujo en esta etapa de mi vida, a pesar de que yo no quería ser bolichista, porque uno a veces no quiere ser igual a su papá”, confiesa.

Aguilar no se ahorra palabras de admiración para su padre: “Lo tengo presente siempre y le reconozco como el que me apoya en todo momento”. 

Espíritu competitivo

El ímpetu competitivo en un deporte individual fue el motor que motivó a Diego elegir el boliche.

“Hice muchos deportes con tal de no ser igual que mi papá. Pero en el boliche encontré un lugar para ser un excelente atleta, siempre me gustó la competitividad y puedo aspirar a ser siempre el mejor”, aseguró.

Los valores del deporte 

Diego está convencido de que la práctica del boliche o de cualquier otro deporte puede enseñarle a cualquier persona a “ser perseverante por los sueños, ponerme metas y luchar por ellas. Además, el boliche me ha formado como persona”, expresa.  

Y también deja claro que significa jugar por su país: “Cuando eres atleta de alto rendimiento representas a un país y es un sentimiento increíble”, resume. 

La exigencia del boliche

Muchos consideran al boliche como una actividad recreativa, pero Diego explica cuáles son las particularidades que lo hacen un deporte de alto rendimiento: “practicarlo requiere una gran exigencia física, sobre todo en el tren inferior, con trabajo de piernas”, afirma. 

Jugar boliche conlleva un gran esfuerzo físico, cuenta Diego, principalmente porque “los torneos son muy largos, entre cuatro y seis horas en la pista”.

Al mismo tiempo, Diego argumenta que el trabajo psicológico es igual de importante: “El juego mental te puede afectar al enfrentarte a otros jugadores e ir viendo tus tiros. Por eso la parte psicológica se debe trabajar incluso más fuerte que el físico. No es un deporte fácil y requiere experiencia, puntería y constancia para aguantar muchas horas en una pista”, afirma.

Entre los desafíos de este deporte detalla: “El boliche tiene muchas dificultades, que puede ser la pista, el approach(superficie donde se deslizan para tirar), el aceitado, la bola; muchos factores pueden afectarte, pero lo más importante es tener una mente fuerte y no rendirte para tener posibilidades”.

Logros importantes

Aunque Diego considera que todos sus triunfos deportivos son valiosos, menciona que los más relevantes en su corta carrera son: la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, las medallas en campeonatos panamericanos del deporte y en Juegos Bolivarianos y Juegos Panamericanos Junior. 

Sobre sus máximas aspiraciones, Diego afirma: “mi mayor sueño es pasarla bien, disfrutar mi carrera. Pero mi meta a largo plazo es conseguir una medalla mundial y en Juegos Panamericanos; esa es muy anhelada”, afirma. 

Entre sus mayores retos del 2024, son en sus propias palabras: “El Panamericano mayor, en el que espero una medalla individual y conseguir una medalla mundial (el Juvenil se jugará en enero en Lima, Perú)”.

Desarrollo del boliche en Guatemala

Diego es consciente de que hay países potencia en el boliche, pero que en Guatemala tiene las condiciones necesarias para sobresalir. 

“Creo que nos toma un poco más de tiempo alcanzar el nivel de potencias mundiales, pero en esta etapa de mi vida te puedo decir que tengo todo el apoyo, con un lugar donde entrenar, gimnasio, preparación psicológica; eso ha sido parte del éxito en estos años. Con todo eso solo nos queda dar lo mejor de nosotros mismos”, asegura. 

Balance en la vida y deporte

Para Diego, estudiante de primer año de la carrera de Ingeniería Agrícola en la Universidad Rafael Landívar, si es posible encontrar un punto de equilibrio para dedicarse de lleno al deporte de alto rendimiento y sobrellevar una carrera académica. 

“Muchas veces se debe encontrar un punto medio, donde no haya mucha carga mental, física. Tienes que sentirte bien y estable, porque muchas veces no tienes el tiempo para dedicarte a ambas. Pero deporte y estudios te van a aportar a tu vida y te ayudan a mantener la mente en alto”, analiza.  

Entrevista Diego Aguilar - boliche