Por: Manuel Chun

Su sonrisa lo decía todo. Esa expresión de felicidad cuando se consigue algo inédito se hizo presente en Sergio Chumil, cuya gallardía en la octava etapa de la 59 Vuelta Ciclística a Guatemala lo llevó no sólo al podio, sino a ser distinguido con el suéter de Valores Olímpicos.

Con 19 años, Chumil disfruta su primer giro guatemalteco en representación de la Asociación de Chimaltenango, un logro que lo motiva. «Desde niño quería correr en una Vuelta a Guatemala, creo que mi sueño se está cumpliendo», confiesa el oriundo de la Aldea Chuachali, Tecpán, Chimaltenango.

«Comencé en el ciclismo hace 5 años, en la categoría pre cadetes con la asociación; me dieron esta oportunidad de entrenar con ellos y espero no defraudarlos», dice Chumil, un diamante que comienza a pulirse y que poco a poco empieza a brillar… hoy lo hizo al ocupar el tercer lugar.

Con confianza y decisión dio batalla en el último tramo y, aunque no le alcanzó para ganar, se siente satisfecho. «Arranqué desde atrás; me costó llegarle a los ganadores, pero gracias a Dios me sentí bien, con fuerza y siempre confiando en mí mismo. Correr con los mejores me hace muy feliz, mañana pasaré por donde está mi linda gente, seguro me apoyarán», indica el juvenil sobre la novena etapa que pasará por su natal Tecpán.

Esa valentía, esfuerzo y temple en el ascenso de la cumbre en Piedra María Tecún, lo hicieron merecedor del suéter de Valores Olímpicos. «Muchas gracias al Comité Olímpico Guatemalteco por premiar el esfuerzo de todos los ciclistas; este es un deporte que todos quisiéramos ganar, pero no se puede, y solo uno se queda con la victoria», agradece Chumil, quien dedica su proeza a Dios, a la familia, a su entrenador, al equipo y a la afición que siempre lo apoyan.