Texto y fotos: Manuel Chun/CDAG

Su primer contacto con una bicicleta fue a los seis años, era el regalo que deseaba para navidad y la recibió con su respectiva moña. Quizá en ese instante Joanne Nicole Rodríguez Hacohen no lo imaginaba, pero ésta se convertiría en baluarte para que hoy se enfile hacia lo alto del ciclismo de pista y en busca del podio en Juegos Panamericanos Lima 2019.

Seria y disciplinada, Nicole Rodríguez, despliega una sonrisa que deja ver su pasión por la velocidad y la adrenalina. Claro, como muchos atletas, tuvo que buscar el deporte que le permitiera desplegar todo su potencial. Fue así que, con seis años de edad, su bicicleta de canastilla al frente y su gusto por la natación, la dirigieron al triatlón, el primer deporte con el cual tuvo contacto.

“Con esa bicicleta fui y competí en el puerto junto a gente grande; desde ese entonces me apasionó el deporte y me quedé haciendo triatlón. Desde chiquita sé nadar, era una máquina, incluso me dijeron que me pasara a natación, pero no mucho me encantaba” comparte Nicole, quien estuvo involucrada por un tiempo hasta notar que tenía una debilidad.

“El triatlón es muy bonito, creo que le falta mucho a Guatemala para desarrollar la tres disciplinas como lo hacen en el extranjero. Yo tenía mi debilidad y era en carrera. Entonces cuando competía, salía en el grupo puntero de la natación, me mantenía en la bici, pero me rezagaba corriendo”, explica la atleta de 21 años.

El ciclismo le abrió las puertas

Con apenas tres meses para los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014, Nicole recibió el llamado de la Federación Nacional de Ciclismo para tomar una plaza en estas justas por medio de una carta de invitación de la Unión Ciclista Internacional (UCI). “Fue algo bien diferente, porque lo que yo hacía constante era la natación. En Nanjing fui en la prueba de ruta contrarreloj, así empecé en el ciclismo”.

Luego de esta competencia, Nicole enfocó su mirada en el ciclismo, pues encontró más puertas que se podían abrir, precisamente en la modalidad de pista, pese a la escasa cantidad de mujeres que la practican. El entrenador Sergio Martínez fue quien le habló, para que se uniera a Yamilet Jiménez, y formar un equipo de velocidad.

“A mí siempre me ha encantado el velódromo, yo entrenaba acá para ruta, no sabía que existía este deporte como tal cuando hacía triatlón, él fue quien me fue jalando, empecé a entrenar con ellos, fue un cambio drástico porque debía hacer muchas pesas, iba al gimnasio todos los días, no tenía ni idea de lo que conllevaba este deporte, es durísimo”, expresa Nicole.

Constancia y disciplina

“Acá en este deporte todo es de centésimas, entonces mejoras de poquito en poquito. Uno debe ser paciente y confiar, confiar en que los entrenos darán resultados, en que el músculo irá acostumbrándose a las cargas tan fuertes”, indica Nicole, quien luego, tuvo participación en los Juegos Panamericanos Toronto 2015, en la prueba por equipos.

Debido al retiro de Yamilet, su rival a nivel nacional, Nicole se quedó sola, y comenzó a entrenar con mayor intensidad en busca de las clasificaciones a eventos de ciclo olímpico, ahora de forma individual. “Había más posibilidades de clasificar en equipos pues son contados en América. Por lo que debí echarle muchas ganas para clasificarme sola”, comenta sobre su actual reto, ya que con cerca de tres años de competir en esta modalidad, ahora debe enfrentar a rivales con 10 a 15 años de experiencia.

El camino a sus segundos Juegos Panamericanos

Entrenar todos los días, tres a cuatro horas por la mañana, otras dos horas en la tarde, es la rutina de la velocista, quien luego debe plasmar todos esos entrenos en apenas unos segundos sobre la pista. “Me debe salir si, o sí. Se requiere de mucha fuerza mental, tenemos un solo chance de hacerlo bien. En triatlón si te fue mal en una prueba, te recuperas en otra; pero acá, es una vez y esa vez lo tienes que hacer bien”, enfatiza, la especialista en velocidad individual, 500 metros contrareloj y keirin.

En abril pasado, Nicole alcanzó su máximo logro, al obtener dos medallas de plata dos bronces, en velocidad y keirin, respectivamente en el Torneo de Pista, que tuvo lugar en el velódromo Alcides Nieto Patiño, en Cali, Colombia, su primer competencia UCI clase 1. Estos resultados  le permiten ubicarse entre las mejores de América, y codearse con luminarias como la colombiana Martha Bayona Pineda, además de haber establecido un nuevo récord nacional con 11.2 en velocidad individual.

“Nunca había competido en una clase uno. Me fue súper bien, me clasifique a una décima del  tiempo de Bayona y mejore en cinco décimas en comparación al año pasado que fui también a Cali.  Entonces me siento muy bien con eso”, manifiesta con mucho orgullo Nicole, quien se posiciona como una de las representantes para Guatemala en los próximas Juegos Panamericanos Lima 2019.

Perseverancia ante la adversidad

“Tengo una lesión en la espalda debido a una sobre carga. Yo venía de un deporte donde no hacía pesas, y en un entreno y terminé lesionada de la espalda haciendo sentadillas con mucho peso”, así explica Nicole, sobre la adversidad que casi la aleja de las pistas, pero que ha superado con perseverancia.

“Tras la lesión no pude montar la bicicleta, ni caminar bien; fue bien difícil, hice terapia, tomé medicina fuerte hasta volver a entrenar. Eso para mí es bien difícil, porque el año pasado estuve muy mala, y me decía, ya no voy a poder seguir aumentando mi nivel, por el problema de la espalda y eso mentalmente es frustrante”, comparte la atleta, quien gracias a  trabajo de fortalecimiento y terapia ha evitado recaer, hasta sentirse óptima. “Siempre me tengo que cuidar, porque es algo con lo que tengo que vivir, pero no he dejado que me limite a seguir entrenando duro y a seguir dando todo de mi”, agrega.

Entre la inspiración de su mamá y el ser piloto aviador

Para Nicole, llegar tan lejos como se quisiera, lo debe a su mamá: “Desde pequeña fue quien me inculcó el deporte, me exigía que fuera a los entremos, que hiciera esto, que hiciera lo otro. Eso que hizo ella, me permitió ser quien soy ahora, con disciplina y  constancia. Terminé el último año en Home School y decidí no continuar, ella me apoyo en todo. Y creo que si no fuera por ella no podría lograr todo lo que hago”, enfatiza.

Su gusto por la adrenalina no se limita a la velocidad sobre la bicicleta, Nicole actualmente realiza el curso para obtener la licencia como piloto privado de aviación, el surcar los cielos es algo que ella también apasiona. “Quiero llegar muy lejos y estoy decidida. La aviación me abrió las puertas para combinarlo junto al deporte, pues solo debo ir los sábados. Ya concluí toda la teoría; ahora, hago mis horas de vuelo”, destaca la ganadora de bronce junto a Yamilet en Juegos Bolivarianos Santa Marta en 2017.

Objetivos puestos en Tokio 2020

La principal meta y la más cercana para Nicole, serán los Juegos Panamericanos en Lima Perú, para lo cual se prepara intensamente, en busca de dos objetivos claros. “Voy a buscar primero la clasificación al campeonato mundial en Berlín, nadie de pista ha ido nunca, además buscaré sumar  puntos en la clasificación de Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, recalca Nicole con una frase final… “Uno lo ve como un sueño, pero yo ya lo trazo como una meta, no solo quiero desear ir a Juegos Olímpicos, sino trazar los objetivos para poder llegar”.